¿Por qué dejamos de ser egoístas al ser padres?
Toda nuestra vida la pasamos pensando en nosotros mismos. Queremos sacar buenas notas para formarnos y estudiar algo que nos garantice un buen futuro. Tener un buen trabajo para comprarnos lo que queremos, sea ropa, un coche o hasta una casa.
Yo, yo y yo.
Hasta que somos padres o madres. Aquí es cuando la cosa comienza a cambiar. Dejamos de pensar en nosotros mismos para pensar única y exclusivamente en esa personita que es nuestro hij@.
A la hora de la comida, dejamos de comer o lo hacemos más tarde para que ellos coman primero, cuando vamos a comprar ropa, solo nos fijamos en ropa de ellos, (ya ni siquiera recuerdo cuanto hace que no me compro nada para mí). Dejamos de lado nuestros hobbies para estar y jugar con ellos, e incluso les cedemos nuestros espacios.
Queremos que se formen y les ayudamos a ello, para que se garanticen un futuro. Y los beneficiarios de todos nuestros esfuerzos laborales son ellos. Todo lo contrario que antes.
Desde que nacen dejamos de ser egoístas y de pensar en nosotros mismos, vivimos por y para nuestros hijos. Les queremos garantizar una seguridad y estabilidad para cuando nosotros ya no estemos.
Y es que no hay nada mejor que dar, porque es la única manera de recibir, y a lo largo de nuestra vida, creerme que recibiremos mucho de nuestros hijos.
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